Redes y apps que acercan los porteños con turistas extranjeros que visitan la ciudad de Buenos Aires
- luticullen
- 11 dic 2018
- 3 Min. de lectura
INTERCAMBIO. Ante el deseo de vivir experiencias de enriquecimiento cultural, locales y extranjeros acceden a sitios para conectarse, hablar otros idiomas y explorar la ciudad desde otra mirada

“Hace tiempo que quería retomar inglés por eso me uní a la #Meetup. A través de la plataforma, descubrí un grupo de extranjeros y locales que se reúnen todos los miércoles en el bar La Dama de Bollini bajo el espacio de #TegMeetings para practicar otros idiomas, hacer diferentes juegos y disfrutar de las ofertas culturales que se organizan ahí’’, dice Adriel Bergman, economista de 24 años y una de los tantas personas que utilizan diferentes redes sociales para vivir experiencias de intercambio cultural y explorar su ciudad local desde otra perspectiva.
Así como Meetup, una red que permite a sus miembros organizar encuentros y conectarlos vía grupos, existen otras alternativas. Los amantes del futbol optarían por #FCBafa, una aplicación hecha para personas que quieren patear una pelota y al mismo tiempo compartir un momento con jugadores de todo el mundo. “Suscribirse es gratis y hasta se puede elegir en qué equipo jugar. Los partidos, que pueden ser mixtos, cuestan $180 por persona. A su vez también organizamos torneos. La sede es en las canchas de Costa Rica 5299, en Palermo ’’, explica Anne Marie van Beusekom , una de las administradoras de la comunidad que cuenta con 600 miembros activos.
“Antes jugaba en un torneo pero nunca llegábamos a juntar diez por eso me hice miembro de Bafa para sumarme cuando quiera. Participo de los partidos mixtos tres veces por semana. No es futbol profesional pero es una oportunidad para divertirse. Cuando terminamos solemos ir a comer, tomar algo. Gracias a eso terminé conociendo a un francés que hoy en día es mi pareja”, cuenta Noé Sarmiento, empleada de un laboratorio farmacéutico, de 31 años.
“Me encanta viajar, conocer gente de otros lugares y soy re futbolero. Por eso creo que Bafa fue diseñado a mi medida. Además me solucionó el problema de organizar partidos”, dice Pablo Castro, abogado de 35 años.
Para quienes quieren mostrarle Buenos Aires a un extranjero desde su mirada local, la comunidad de Cicerones, un grupo de voluntarios anfitriones de la ciudad ofrece recorridos gratuitos. Alberto Grunewald, de 72 años se unió como voluntario en 2015 para conocer gente de otras culturas, practicar inglés y tomar fotos. Asegura que a través de Cicerones entabló vínculos afectivos con personas de todo el mundo que lo terminaron alojando en sus casas cuando estuve de viaje. “Fue muy emotivo conocer la ciudad con una persona de carne y hueso. Alberto fue muy amable teniendo en cuenta que mi esposa está en silla de ruedas y no fue fácil trasladarla por el estado de las calles’’, destaca Lutz, alemán de 72 años.
La asociación civil #Cicerones, también conocida como Buenos Aires Greaters, fue fundada en 2002 por cuatro amigos unidos por la pasión de viajar a los fines de promover el intercambio cultural. Se trata de una organización que existe en más de 120 ciudades del mundo. “Contamos con 45 voluntarios y ya llevamos más de 4500 visitas. Los interesados deben postularse 15 días antes y ellos mismos eligen el recorrido. Si bien son gratuitos, los turistas deben hacerse cargo de los gastos del paseo”, manifiesta Joaquín Brennman, fundador de la organización.
#Couchsurfing es otra comunidad internacional que eligen locales y extranjeros para socializar en Buenos Aires. Le ofrece a sus miembros la posibilidad de alojar viajeros en sus casas y poder ser recibido por un anfitrión en otra ciudad de forma gratuita. También cuenta con foros y grupos que organizan eventos libres. A Ezequiel Campel, de 42 años, uno de los miembros fundadores de la comunidad en Argentina, le cambió la vida, según dice: “Al principio alojaba gente todos los días. Por eso sé que a cada lugar donde viajo siempre tengo donde parar. En el grupo de Couchsurfers encontrás gente para hacer picnics, bicicletear, salir a bailar, etc”.
Tomás Dicranian, de 25 años, amante de los viajes, también es fanatico de Couchsurfing y Bewelcome, una plataforma similar. Eso lo inspiró a crear junto a su amigo el grupo Teg Meetings. Con la comunidad de couchsurfers se reúne regularmente a tomar fotos y pintar grafitis: “Se siente como viajar en tu ciudad. Estamos muy contentos con nuestro emprendimiento que cada vez trae más participantes”.
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